¡Buenas noches gastrotravelers!
Este es el primero de una serie de posts en los que os vamos a contar nuestra experiencia lisboeta. Hoy os vamos a hablar del barrio de Belem, donde estuvimos alojados durante nuestra visita y cuyas calles bañadas por el Tajo nos conquistaron.
Ya en la parte baja del barrio, nos encontramos con el monasterio de los Jerónimos. El conjunto, de estilo manuelino, es de una belleza impresionante, aunque para ver su interior habrá que rascarse el bolsillo, como ocurre con la mayoría de monumentos lisboetas.
Muy cerca del monasterio se encuentra el museo Berardo, dedicado al arte moderno y contemporáneo. Si estáis interesados en este tipo de arte, no tenéis excusa para no visitarlo ya que la entrada es gratuita.
A tiro de piedra del museo se encuentra el monumento de los descubrimientos, a orillas del río, construido en el año 1960 con motivo del 500 aniversario de la muerte de Enrique el navegante. Es un monumento curioso e imprescindible en la lista de visitas en Belem.
Finalmente, y también cerquita del resto de monumentos, está el monumento por excelencia del barrio de Belem: la torre de Belem. De estilo manuelino, al igual que el monasterio de los Jerónimos, servía como puesto de recaudación de impuestos a las embarcaciones que llegaban a Lisboa. "Plantada" en el río Tajo, es digna de ver. La visita a su interior cuesta 6.50 €.
En lo que respecta al tema gastronómico, en una visita a Belem es imprescindible probar los típicos pasteis de Belem, deliciosos, y, preferiblemente, en una confitería tradicional como la localizada en la avenida de India.
Para comer por la zona os recomendamos el restaurante chino "Chinés Grande Mundo Royal", con un buffet libre con una variedad asombrosa y muy bien de precio (8.25€ almuerzos entre semana y 9.5€ cenas y fines de semana, con la bebida a parte). Nosotros salimos más que satisfechos a un precio de 11€ cada uno.
Continuará...
Gastro, travels & co❤
Este es el primero de una serie de posts en los que os vamos a contar nuestra experiencia lisboeta. Hoy os vamos a hablar del barrio de Belem, donde estuvimos alojados durante nuestra visita y cuyas calles bañadas por el Tajo nos conquistaron.
Empezando la visita al mítico barrio por la parte alta (con objeto de dosificar esfuerzos), nos encontramos en primer lugar con el Palácio Nacional de Ajuda. Este palacio, de estilo neoclásico y antigua residencia de la familia real durante el siglo XIX, es un conjunto arquitectónico de bella factura y con unas bonitas vistas.
Muy cerca del monasterio se encuentra el museo Berardo, dedicado al arte moderno y contemporáneo. Si estáis interesados en este tipo de arte, no tenéis excusa para no visitarlo ya que la entrada es gratuita.
A tiro de piedra del museo se encuentra el monumento de los descubrimientos, a orillas del río, construido en el año 1960 con motivo del 500 aniversario de la muerte de Enrique el navegante. Es un monumento curioso e imprescindible en la lista de visitas en Belem.
En lo que respecta al tema gastronómico, en una visita a Belem es imprescindible probar los típicos pasteis de Belem, deliciosos, y, preferiblemente, en una confitería tradicional como la localizada en la avenida de India.
Para comer por la zona os recomendamos el restaurante chino "Chinés Grande Mundo Royal", con un buffet libre con una variedad asombrosa y muy bien de precio (8.25€ almuerzos entre semana y 9.5€ cenas y fines de semana, con la bebida a parte). Nosotros salimos más que satisfechos a un precio de 11€ cada uno.
Continuará...
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